jueves, 24 de septiembre de 2009

Partido Mundial: Francia-Togo

TREZEGUET ARRANCó DE TITULAR Y LE ANULARON UN GOL

¡Allez le Bleu!

VIEIRA Y HENRY LE DIERON LA CLASIFICACI"N A ESTA FRANCIA QUE NO ACABA DE CONVENCER. AHORA VIENE ESPA A. ¿PASAR¡?


Fabricio Torres del ¡guila

Enviado especial


COLONIA. La fiesta fue de Francia. La torta, los invitados, la música y el festejo. Fue toda francesa pero Togo se dio un pequeño lujo: sopló las velas. A este humildísimo equipo africano que aguantó como pudo el vendaval galo del primer tiempo, que fue el único de su continente que no sumó punto alguno y que lo único que quería era irse con dignidad de Alemania 2006, poco le importaron estos detalles. Si los hubieran visto al final del partido: Nibombe corre a Henry y le pide la camiseta (encima se la pone como para que nadie se la arranche); entonces Salifou, que llegó a placé, le pide el pantalón corto. 'Tití' miró para acá y luego para allá y juá, se lo sacó y se puso el del 7 togolés (todo esto en la cancha). Mientras eso sucedía, Aziawonou y Kader daban una simbólica vuelta olímpica que acabó con un estruendoso "To-go, To-go", de la misma barra francesa.

Ese fue el color, porque en el blanco y en el negro Francia, que venció 2-0, clasificó a octavos y ahora choca ante España, dejó claro que es un equipo de individualidades y no uno que se arrime al colectivo para llegar a la victoria. ¿Será porque no jugó Zidane? Difícil afirmarlo porque, si bien el 10 es titular indiscutible, su presente en el campo no es del todo feliz.

Decíamos que la fiesta era de lps 'Bleus' porque ayer Zidane -que no jugó por doble amarilla- cumplía 34 años y Patrick Vieira llegaba a los 30. Precisamente el volante de la Juventus fue el eje central de esta Francia que flaquea por las bandas (Ribery y Malouda son bastante limitados) y que adolece el timming y la precisión de Makelele, a simple vista, agotado tras la ardua competencia con el Chelsea y su misma selección.

Sin 'Zizou', el nuevo capitán se dio tiempo para estorbar y para iniciar la ofensiva azul que no tuvo fortuna en la primera mitad, en parte porque David Trezeguet despertó con el arco cambiado ("Estaba desesperado por jugar, desesperado", dijo después), y otra porque tanto el árbitro Jorge Larrionda como su primer asistente Walter Rial anularon un gol y una jugada de peligro por supuesta posición adelantada. Trezeguet celebró por gusto y en la otra se iba Henry solo (es decir, gol fijo), pero los charrúas dijeron que no. Hasta que un jugadón de Ribery -quien había errado dos situaciones claras de anotar- terminó con una estupenda media vuelta de Vieira, el mismo larguirucho a quien algunos se apresuraron en decir que estaba viejo, pero que ayer se deben haber rendido ante su trabajo. 1-0.

Seis minutos más tarde (a los 56) llegaría el tanto más esperado por los franceses, el de Thierry Henry, tras una nueva participación de Vieira, quien peinó el balón para que el 12 la pare, se acomode, gire, la toque, corra y se coloque la mano derecha sobre el oído de ese lado, como diciéndole a sus fieles que lo griten con fuerza. Ahí se acabó el partido, por más que aún quedaba más de media hora. En la otra cancha, Suiza derrotaba a Corea del Sur y chau, la clasificación que peligraba hasta ese momento, quedaba asegurada.

Francia sigue. Herida, sin mucho que ofrecer, pero ahí está, de pie y con la lanza y el escudo en ristre, a la espera de la indomable y jovenzuela España de Aragonés, favorita para el duelo y con sed de revancha de la semifinal de la Euro 2000, cuando Francia la dejó en el camino y se quedó con el título.

Pero eso será el próximo martes 27. Hoy es fiesta. Hay que partir la torta. Zidane y Vieira han sumado un año más de vida y un nuevo reto en sus carreras. Todos están felices, hasta Michel Platini, quien a la salida del estadio apenas alcanzó a decir ¡I'm very happy, iím very happy!.